Un fondo radicado en las Islas Caimán ha enviado, apenas pasadas 48 horas del fallecimiento de Francisco Ibáñez, unas inquietantes cartas a los inquilinos del conocido inmueble. En ellas les informa de su interés en transformar el edificio en un “bloque de pisos turísticos para hipsters aficionados a las novelas gráficas finlandesas”. La mayoría de los habitantes de la 13 Rue del Percebe disfrutan hasta la fecha de un alquiler de renta antigua que data de 1963, cuando el dibujante les asignó su lugar. “En realidad no pagamos prácticamente nada, Ibáñez se adelantó cuarenta años a los Reality Shows”, aclara la dueña de la pensión del primero derecha.

Vidas sencillas

A cambio de permitir a Francisco Ibáñez “inspirarse libremente” en sus existencias, los habitantes de la 13 Rúe del Percebe hacían frente a unos alquileres misérrimos que apenas daban para cubrir los gastos comunes de las tintas ciano, magenta, amarillo y negro. También disfrutaban de una iguala para servicios, con “franquicia de 2 pesetas”, a beneficio de Pepe Gotera y Otilio, Chapuzas a Domicilio. “Así pues hemos llevado una vida sencilla pero digna todos estos años”, confirma Don Senén en su colmado mientras intenta aumentar con su dedo índice el peso de la longaniza que está a punto de vender a Ceferino Raffles, vecino del tercero izquierda. Raffles, no da mayor importancia a la maniobra de Don Senén porque “quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón”. También desmiente que hayan recibido la visita de un comercial de la empresa Desokupa advirtiéndoles de la seriedad de la situación. “Vinieron, sí, pero para ver si les alquilábamos la fachada para poner un toldo. Les dijimos que no”, explica.

La mayoría de los vecinos no han querido hacer declaraciones a Txarriboda News aunque off the record confían en que todo sea “la última broma de Ibáñez” y puedan pasar página cuanto antes.

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