Un hombre de mediana edad natural de una pedanía de Málaga se encuentra detenido en dependencias de la Guardia Civil a la espera de que se aclare el incidente de la noche pasada, cuando acudió a un convento de clausura exigiendo un “servicio completo” entre expresiones procaces y de mal gusto. El individuo, cuya identidad no ha sido facilitada por la policía, culpa a las religiosas de la confusión y sostiene que el nombre de la congregación, Esclavas Adoratrices del Perpetuo Dolor del Corazón de Jesús, llama a engaño y que en ningún momento se le pasó por la cabeza no encontrarse en una mazmorra BDSM donde se practicaba el sadomasoquismo ni que ese tal Jesús no fuese el gerente del local.

Atado y bien atado

A pesar del escándalo y los momentos de bochorno que se vivieron en el convento, varias de las religiosas han prestado declaración hasta altas horas de la madrugada. “El tipo se presentó en la puerta muy tarde, pero como siempre hay algún turista que llega a última hora para comprarnos las yemas de Santa Teresa, porque con eso de que Vox a lo mejor no llega al Gobierno y no nos van a subir la subvención para forrar la capilla con pan de oro hay que ir sacando el dinero de aquí y de allá, pues la hermana Dolores le abrió. Y entonces empezó a decir no sé qué de un látigo y de atar con cuerdas, cosa que nos extrañó, porque ese tipo de cosas nunca las comentamos fuera del convento, pero ya cuando le pidió a la hermana Angustias que le pusiéramos un bozal como a los perritos pensamos que se trataba de un enfermo mental, o un homosexual de esos, y llamamos a la benemérita”, explica la hermana María del Tormento, encargada del torno de la entrada.

El hombre detenido amenaza con poner la peor nota posible en TripAdvisor.

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