La dirección y el claustro de profesores del centro de enseñanza secundaria Bates High School ha pedido a los miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos que la inminente “vuelta al cole” transcurra en un clima de “tranquilidad, concordia y compañerismo, libre de suspicacias y rencores” después de que el anterior año lectivo terminase con el incendio del gimnasio y la matanza indiscriminada de adolescentes durante una orgía de sangre, fuego y poderes telequinéticos. Que la posible causa de los incidentes durante el último baile de fin de curso obedeciera al bullying cometido contra la alumna Carrie White no ha sido óbice para condenar el hecho y pedir a estudiantes, progenitores y formadores “tolerancia y respeto”.

Sin crispación

A pesar de que la madre de Carrie, Margaret White, no ha respondido a la circular enviada por el centro a través del email, al considerarlo un invento del demonio y encontrarse convaleciente de las heridas provocadas por un accidente doméstico con cuchillos de cocina, los miembros de la AMPA han aplaudido unánimemente la propuesta de olvidar lo sucedido y actuar como si ninguna niña con poderes mentales hubiese sufrido un ataque de rabia incontenible tras haber sido cubierta de sangre de cerdo cuando acababa de ser coronada reina del baile “sólo por los loles”. La junta del instituto ha condenado cualquier comportamiento parapsicófobo que pudiera tener lugar en el centro así como todo homicidio telequinético cometido en horas lectivas.

La dirección del Bates High School también ha pedido a madres y padres que, independientemente de sus inclinaciones políticas y religiosas, informen sobre sexualidad y menstruación a sus hijos e hijas “porque luego pasa lo que pasa”.

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