Según aparece en el Real Decreto 55555/2023, del 13 de septiembre, por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2024, a partir del próximo 1 de enero las listas de bodas y la entrega por cualquier medio, ya sea analógico o digital, de un número de cuenta a los invitados al desposorio para que ingresen dinero destinado al solaz de los contrayentes serán incluidos dentro de listado de actividades terroristas y considerados ‘Impuesto Revolucionario’. Tanto el Ministerio del Interior como el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, impulsores de la disposición ejecutiva, pretenden acabar con la impunidad y el régimen de coacción e intimidación en el que actúan las parejas que se casan.

Vencer el miedo

“Mi amiga Nekane se casó en Junio. 350 euros y una Roomba i7. Menú degustación corrientito. Mi primo Aitor se acaba de casar a principios de septiembre. 425 euros y la kettle Makita LXT inalámbrica. Cóctel de pie con bufé vegano y bromas sobre que todavía me quedan muchos meses de paro. Antesdeayer una excompañera de piso me dice que se casa en mayo y que me invita. La muy hijadeputa. No más violencia. Basta ya”, lamenta Andere Makdouelbeitia (nombre ficticio), quien asegura que en el banco ya no le conceden más créditos al consumo.

La estrategia del Gobierno para que caiga “todo el peso de la ley” sobre las personas que contraigan matrimonio y obliguen a amigos, familiares y otros allegados a aportar una elevada suma de dinero, además de bienes tangibles de alta gama, para poder asistir al banquete y convite que prosiguen a la ceremonia se completará con la implementación de un teléfono de asistencia a las víctimas y recogida de denuncias anónimas.

© elkarma.eus