La Agencia Española de Protección de Datos ha informado de que a partir del 1 de enero de 2024, las ventanas que dan a un patio interior deberán incluir la política de cookies. De esta manera, las ventanas tendrán que informar al usuario sobre la recopilación, tratamiento y difusión de sus datos personales una vez que acepte abrirla y ponerse a hablar por teléfono con su madre sobre el quiste que parece que le han detectado en el testículo derecho o departir con otro inquilino del domicilio sobre las pocas ganas que les van a quedar a las vecinas de debajo de volver a montar fiestas en casa después de que llamase a la policía el sábado anterior.

Claro como el cristal

La nueva normativa obligatoria dinamizada por la AEPD persigue “igualar, normalizar y estandarizar” las regulaciones sobre protección de datos y derecho a la intimidad en diferentes ámbitos para evitar asimetrías funcionales. “Nos hemos encontrado con muchas personas que iban de unabomber por la vida, no aceptando nunca las políticas de cookies de las web en las que entraban, desactivando el micrófono de su teléfono móvil o poniéndole cinta aislante a la webcam del portátil para que los hombres malos no les espiaran ni hurgasen en sus más íntimos secretos, y luego se dedicaban a contar su vida a grito pelado por videollamada de Telegram con las ventanas abiertas y toda su escalera se enteraba de que su cuñado era gilipollas o de que fueron ellas las que defecaron en el ascensor el día de la reunión para la derrama del ascensor”, explica Francisco Torra, agente digital y carpintero metálico.

El texto legal no dará opción a aceptar las condiciones de forma parcial porque se trata de una ventana y o está abierta o está cerrada, y en oscilobatiente se oye todo igual.

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