La OCU progresa en su acusación particular contra la Clínica Fueragrás, especializada en Endocrinología y Nutrición, después de que uno de sus especialistas haya negado la principal fuente de ingresos de uno de sus pacientes. El músico cubano Ernesto Fidel Marimbol Ochoa, de 192 kilos de peso, que había acudido a consulta para perder peso, ha tenido que renunciar a su trabajo después de que uno de los facultativos de la clínica le prohibiera terminantemente las salsas bajo amenaza de morir por una combinación de obstrucciones coronarias, enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus tipo 2. La organización de consumidores ha reclamado daños y perjuicios ya que, por culpa del endocrino, el músico se ha visto obligado a prescindir del 90% de su repertorio.

A mala idea

El músico habanero, afincado en Benidorm y que hasta hace unas semanas actuaba en un local de copas para turistas, asegura encontrarse “dolido y desamparado” por culpa de las directrices del especialista en nutrición que califica de “malintencionadas, y no digo torticeras porque me entra hambre y los huevos me suben el colesterol”. Aunque Marimbol incluía en su playlist de cada noche alguna bachata, un par de merengues y cerraba la velada con Guantanamera, “eran las salsas lo que me reclamaba el público, ya sabe La vida es un carnaval, Devórame otra vez, Juliana qué mala eres y esas cosas que te piden los jubilados del Imserso para bailar y olvidarse durante un rato de que cada día que pasa están más cerca de la muerte”, se lamenta el cubano en un charco de sudor.

Los abogados de la OCU consideran el caso “uno de los más graves ejemplos de negligencia clínica que hemos llevado desde que a Celia Cruz le prohibieron el azúcar”.

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