Coincidiendo con las campañas de vacunación contra la gripe y el covid la Coordinadora de Orfeones Fallidos (COF) ha organizado el I Concurso Internacional de Tos Improductiva. Los participantes competirán telemáticamente en tres categorías: Tos auto lesiva costillar, Tos enervante a terceros y Tos ladrido de perro moribundo. “Queremos recuperar el espíritu de 2020, cuando todos escuchábamos con temor, y a veces esperanza claro, las toses de los vecinos”, explica la presidenta de la COF, Jessica Raspera. Los participantes deben acreditar mediante certificado médico que no sufren una patología que les da ventaja indebida.

Esputo y expulsión

Hasta la fecha se han apuntado 255 personas de veinte municipios españoles. La totalidad ha superado la prueba de admisión obligatoria: aspirometría en garaje cerrado con motor de vehículo de combustión interna en marcha e ingesta de cinco polvorones Felipe II a pelo mientras se canta Asturias, patria querida. “Queremos que participe gente de todo el mundo porque el concurso es internacional, pero como España es una nación de naciones plurinacional, ejem, ejem, ejemmmm, jarl…”, desflema Abraham Nistía, coordinador del Proceso de Admisiones. Se ha especulado sobre la participación de competidores gazatíes, acostumbrados a toser muy seco a causa de los bombardeos israelíes, pero la falta de electricidad en Gaza no ha facilitado la logística.

La tos improductiva, denuncia Raspera, ha estado injustamente relegada a un segundo o tercer plano de la sintomatología médica. “La tuberculosis, con sus esputos sanguinolentos y su aura de romanticismo le ha hecho mucho daño», afirma mientras realiza esperanzada las últimas pruebas de sonido.

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