Un grupo de científicos del departamento de Ingeniería Experimental del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) que llevaba tres años trabajando en la máquina de telepatía la ha emprendido a bofetadas, puñetazos, patadas, mordiscos, codazos, rodillazos en la entrepierna y golpes con el extintor de emergencia cuando apenas habían pasado unos segundos desde el comienzo del primer test de prueba del aparato. Equipos de seguridad interna de la universidad privada colaboran con la policía local de Cambridge y con el FBI para tratar de averiguar los motivos de la desconcertante pelea nada más activar la maquina que permite conocer los pensamientos de los demás.

Misterios de la ciencia

Según testigos que observaron la operación desde fuera de la sala de pruebas a través de un cristal de diez centímetros de espesor están de acuerdo en que no parece que mediase ningún tipo de provocación previa por parte de ninguno de los miembros del equipo. “Apretaron el botón de on y tras unos primeros instantes de cruce de miradas, la doctora Newman le cruzó la cara de un sopapo al doctor Gordon, mientras el doctor Ozdaglar reventaba una silla en la espalda del doctor Brenman y el doctor Pune zarandeba de las solapas de la bata a la doctora Mittal, quien no paraba de propinar puntapiés en la espinilla al doctor Reid”, explicaba uno de los bedeles del turno de tarde que no recordaba tanta violencia desde el tiroteo de 2013 “o aquel mes que a Noam Chomsky le dio por practicar el nudismo durante sus paseos por el campus”.

La Junta Directiva del MIT ha creado una comisión de investigación y confía en que el incidente no empañe la presentación pública del departamento de Etología Aplicada la próxima semana de su mono con dos pistolas.

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