La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha anunciado durante el último Simposio Internacional sobre el Futuro de la Alimentación el nuevo plan agrícola global que pretende encontrar soluciones a problemas tan acuciantes como la desertización, la deforestación y la desaparición paulatina de terrenos cultivables provocada por el cambio climático. El programa, proyectado en planes quinquenales, consistirá en introducir lentejas, alubias, garbanzos y otras legumbres en el oído de alumnos de Educación Primaria durante las clases de Manualidades para que germinen y sean trasladados a latifundios de niños hasta la cosecha.

A la raíz del problema

El nuevo plan mundial de cultivos hidropónicos dentro del oído de menores en edad escolar tiene un doble objetivo. Por una parte, asegurar el abastecimiento de alimento de la población de cara a un futuro sin terrenos fértiles y por el otro encontrar una alternativa a la tecnología para cultivar plantas mediante disoluciones minerales en vez de suelo agrícola de patente israelí “por si acaso, usted ya me entiende, al final la cosa se sale de madre y, bueno, resulta que hay que cortar del todo relaciones diplomáticas por un quítame allá esos bombardeos de alfombra de la franja de Gaza y, en fin, ya sabe cómo funcionan estas cosas de los boicots internacionales…”, explica Qu Dongyu, Director General de la FAO.

La facilidad con que las legumbres germinan en el oído de los alumnos de primaria cuando se las introducen por accidente durante las clases de trabajos manuales ha sido decisiva para animar a las Naciones Unidas a estabular infantes, no sin antes introducir un par de retoques en la Declaración Universal de los Derecho del Niño.

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