En la búsqueda constante de sociedades más inclusivas, militantes de varias formaciones han firmado un manifiesto en el que se plantea la necesidad de adaptar documentos administrativos a la diversidad de identidades políticas de cada persona. En este contexto, surge la propuesta de incluir en el carnet de los partidos el término ‘Ideología Fluida’. La inclusión de esta opción no sólo reflejaría el reconocimiento de la pluralidad de identidades doctrinales en función de cada ocasión, sino que también enviaría un mensaje claro de respeto y aceptación hacia la comunidad NINDTD+ (Ni Izquierda Ni Derecha Todo Depende), contraria a la tiranía de los principios coherentenormativos.

El centro son los padres

Según defienden los militantes firmantes, muchos de ellos parlamentarios con escaño, la identidad de ideología no es estática, y el término ‘Ideología Fluida’ abarca a aquellos cuya identidad “no se adhiere de manera estricta a las categorías tradicionales de Rojo y Facha”. “La clasificación binaria atávica no abarca la intrincación de las experiencias doctrinarias políticas que existen. Yo por ejemplo me autopercibo como anarcocapitalista keynesiano socialdemocratacristiano, partidario de la subida de los impuestos a los esclavos más ricos, defensor de la sanidad y de la educación públicas sólo para abonados, a favor del aborto retroactivo pero contrario a la eutanasia si no se es donante para biodiesel”, explica José Antonio Primo de Ibarruri, quien trata de ejemplificar que él es más complejo que la disciplina de su partido.

Este paso hacia la inclusión contribuiría a la visibilidad de una comunidad que a menudo enfrenta discriminación y falta de comprensión por parte de una sociedad anclada en el prejuicio.

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