Errol Leslie Thomson Flynn (Hobart 1909 – Vancouver 1959) fue un cupletista, malabarista de semáforo, mimo, mascota de ferias de turismo, concertista de piano de técnica libre, cobaya de ensayos clínicos con estupefacientes y actor australiano-estadounidense. Hijo del técnico de mantenimiento de acuarios Theodore Thomson y de una señora de alta alcurnia, no tiene una infancia fácil. Nacer con bigote y un notable priapismo en la isla sudoriental del país le hace ganarse desde la más temprana edad el sobrenombre de El demonio de Tasmania.

El principio del Flynn

Expulsado de todos los colegios de la nación por trapichear con plastilina adulterada, en 1924 abandona su patria para dedicarse a la vida bohemia. Tiene que ejercer diferentes profesiones, como capador de reses, buscador de oro, piñata humana y traficante de mano de obra esclava en Nueva Guinea, donde destaca poniendo en práctica las técnicas aprendidas como capador. Hacia 1933 se asienta en Londres y comienza a trabajar en el teatro, concretamente salando palomitas. Un cazatalentos de la Warner lo descubre tras verle en un episodio de Australianos por el mundo y en 1935 viaja a Hollywood como probador de mallas de lycra. Debuta en el cine con El Capitán Blood, a la que siguen La carga de la Brigada Ligera, Robin de los bosques y Si no soy bombero por qué tengo esta manguera. La fama le pierde y acaba abandonándose a los placeres de la carne, especialmente la de ternera lechal a la pimienta. Su otra pasión es el alcohol. Llega a acudir a los rodajes con sandías de cinco kilos rellenas de Anís del Mono, que engulle sin levantar sospechas ni invitar. En 1937 viaja a España, en plena Guerra Civil, con su amigo Hermann Erben, un funcionario alemán. Allí simpatiza con el bando republicano pero en una noche de farra acaba pasándole información vital a un señor bajito que pasaba por allí con un bigote similar al suyo.

Caído en desgracia, abandona el cine y se dedica a dar conciertos de clavicémbalo sin manos. Dice que lo peor son las escalas. Hombre multidisciplinar, muere con 50 años en Canadá de una combinación de infarto de miocardio, trombosis, arteriosclerosis y cirrosis hepática.

© elkarma.eus