Vidas Modélicas 065 (19-07-2024)
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Angela Isadora Duncan (San Francisco 1877 – Niza 1927) fue una sardanista amaxofóbica, profesora de jota aragonesa, facilitadora de biodanza y betatester de bufandas estadounidense que revolucionó el mundo de la danza al ligarla a las artes marciales. Nacida en el seno de una familia desestructurada marcada por el divorcio de sus padres después de que su progenitor saliera un momento al estanco a comprar parches de nicotina para no volver más, acostumbra a orinar en la playa. Cuando la sorprenden, trata de disimular haciendo como que baila imitando a las olas, circunstancia que aprovecha su madre en 1888 para matricularla en judo y danzas vascas. Pose, postura e impostura Tras establecerse con su familia en Chicago y después Nueva York, en 1900 se instala en Londres y más tarde en París. Durante esta época viaja por toda Europa para imbuirse de las vanguardias en el mundo de la danza, especialmente de la muñeira, el baile de romería navarro y el chotis. La particular forma de interpretar su arte, descalza y desnuda, cubierta por una túnica transparente, le supone algunas trabas al principio para actuar en fiestas de cumpleaños infantiles, escollo que supera según crece su fama. En 1905 viaja a San Petersburgo, donde conoce a la famosa bailarina de balet Anna Pavlova con la que entabla amistad y cuyas conversaciones telefónicas siempre terminan con un “Cuelga tutú / No, cuelga tutú”. Fruto de sus relaciones amorosas con varias celebridades de la época, como el diseñador teatral Gordon Craig o el magnate de las máquinas de coser Paris Singer, nacen sus dos hijos Deirdre y Patrick. Fallecen ahogados en 1913 cuando se lanzan al Sena dentro del automóvil familiar pensando que iba a flotar igual que la colchoneta de flamenco. Isadora decide entonces dedicarse a la enseñanza y forma una escuela de Full comte, que combina la danza contemporanea con golpes de puño y patadas a la cabeza. En 1921 viaja a la URSS y se casa con el poeta Serguei Esenin, violento y depresivo, a quien abandona, desencantada con la revolución y el BDSM no consentido. De regreso a Europa, su ateísmo, su apoyo al comunismo y su afición a la pizza con piña le granjean la antipatía de sus otrora fans. Muere en Niza tras darse cuenta de que practicar la asfixia autoerótica anudándose al cuello un chal enganchado a la llanta de radios de un Amilcar GS en movimiento es peor idea de lo que parecía en un principio. © elkarma.eus |
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