Boudica (Anglia Oriental, alrededor de 30 d.C. – ¿Britania? 61 o 62 d.C.) fue una reina celta de los icenos, polemista, líder vecinal y abogada especializada en Herencias y Sucesiones, que acaudilló una de las primeras protestas masivas contra los pisos turísticos de una gran corporación hostelera italiana. Nacida y criada en una familia aristocrática en la zona del actual Norfolk, Inglaterra, que desde el año 43 veía con buenos ojos que los romanos abrieran franquicias de Airbnb porque así la presencia de vacacionistas foráneos incentivaba el comercio local, de niña no aprueba que sus vecinos engañen con los precios a los turistas que toman algo en las terrazas.

Ruidos hasta las tantas

Se casa con Prasufago, rey de los icenos y vasallo de Roma, y se convierte en monarca consorte. Cuando da a luz a dos hijas, Isolda y Sorya, su esposo, que es un hombre deconstruido como todos los celtas varones en general, no tiene inconveniente en convertirlas en herederas, siempre y cuando la mayor se gradúe en la Academia Militar de Zaragoza y más tarde inicie su formación en la Escuela Naval de Marín. Sin embargo, los romanos, que tienen por costumbre aportar la mitad del accionariado de las empresas filiales, no admiten mujeres en la junta de accionistas, por lo que, a la muerte de Prasufago, lanzan una OPA hostil sobre Anglia Oriental y empiezan a abrir pisos para turistas, gentrificando la zona. Muchos icenos no se pueden permitir comprar o alquilar viviendas en su propio territorio. Boudica comienza a organizar agrupaciones vecinales para pedir al gobernador Cayo Suetonio Paulino una regulación menos permisiva. Alrededor del año 60 comienzan las primeras manifestaciones, que las autoridades romanas califican de turismofobia. Los enfrentamientos con los agentes antidisturbios crispan el ambiente y turistas empadronados en Britania protagonizan incidentes. Boudica condena públicamente varias peleas con botellas rotas iniciadas por Lucio Anneo Séneca, que cuando bebía dejaba de ser oráculo de edificación moral. Tras las concentraciones con pancartas en Camulodunum (Colchester), Londinium y Verulamiun, el movimiento vecinal es aplastado en Watling Street y se rechaza prohibir las licencias durante los siguientes 400 años.

Boudica fallece envenenada cuando, tras un intento de adaptarse a la nueva situación, bebe un gintonic de garrafón en un pub de hinchas del Lazio al que le habían llevado sus hijas para animarla.

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