Murasaki Shikibu (Heian-kyō, Kioto 978 – Íbid. ¿1014?) fue una escritora, poeta, institutriz, tertuliana del corazón y cortesana japonesa, defensora de las teorías de empoderamiento y ponente de charlas TED, con escaso éxito, sobre deconstrucción masculina. Nacida en una familia noble venida a menos durante el Periodo Heian, se cría, en contra de la tradición de la época, en casa de su padre, Fujiwara no Tametoki, un funcionario tirando a gañán aficionado a los autodefinidos que no sabe ni hacerse un huevo frito, junto a su hermano Nobunori, al que siempre tiene que corregirle los deberes de chino porque se pasa el día leyendo manga Hentai y no presta atención en clase.

Mejor que picar en la mina

En 996, su padre, habiendo alcanzado ya su máximo nivel de incompetencia, es asignado gobernador de una pedanía de Echizen, Palencia, a donde le acompaña. Hasta las gónadas de la vida en el campo, regresa a Kioto y en 998 se casa con el compañero de mus de su progenitor Fujiwara no Nobutaka, llamado así por su afición a sentarse en medio del pasillo cuando acude al teatro, mucho mayor que ella, con quien tiene a su hija Daini no Sanmi, que afortunadamente sale a la madre. Tras enviudar prematuramente, y habiendo terminado todas los crucigramas que tiene por casa, comienza a escribir alrededor del año 1000 Genji Monogatari, un relato corto que, fruto del aburrimiento, se le va a las 4.200 páginas, convirtiéndose en la primera novela de la Historia y en la que no sale ningún hidalgo al que los folletines de samurais le han sorbido el seso ni nada. En 1005, el regente Fujiwara no Michinaga le pide que le dé clases particulares de mandarín, punto de cruz y papiroflexia con papel maché a su hija Shōshi, a quien ha colocado como esposa suplente del emperador Ichijō, pero que tiene el carisma y la formación de una gamba de Huelva. Prevenida tras el visionado de Jaimito el tocón y la profe cañón, Murasaki acepta siempre que sus tareas como cortesana se limiten a la docencia. Como son todos familia y la confianza da asco, Murasaki se aburre en palacio y se dedica a organizar competiciones de bertsolaris con otras poetas rivales, como la semi retirada Sei Shōnagon, aunque aún no actuán con las manos en los bolsillos porque el kimono no se lo permite.

Fallece a los 44 años, por causas naturales relacionadas con su avanzada edad, aunque algunos historiadores sostienen que fingió su muerte y vivió en Madagascar hasta 1025, compartiendo piso con Elvis y Jim Morrison.

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