Alphonse Gabriel Capone (Brooklyn, New York 1899 – Miami Beach, Florida 1947) fue un catequista, filántopo, moralista, conferenciante de charlas motivacionales y empresario italoamericano, famoso por sus campañas de concienciación y fomento de valores como la fraternidad y el amor al prójimo durante el periodo de entreguerras. Nacido en el seno de una familia de inmigrantes napolitanos, desarrolla desde pequeño una pulsión altruista a veces incomprendia por su entorno más cercano. A los catorce años es expulsado del colegio porque en clase de religión una maestra explica mal la comunión y él se ofrece voluntario para enseñarle cómo se reparten bien las hostias. En 1916 se une a la pandilla juvenil de Five Points, que se dedica a cantar villancicos en Navidad y pedir el aguinaldo a los comerciantes de la zona, no sin cierta vehemencia porque les puede el entusiasmo. A Capone, de naturaleza tímida, le da mucha vergüenza hablar con la gente, se pone rojo y nunca mira a los ojos, y por eso se le empieza conocer como “cara cortada”.

Un trozo de pan

En 1918 se casa con Mae Coughling y tiene un hijo, Albert Francis Capone, al que llaman “Sonny” por su afición a las croquetas. Tras un altercado en 1919 durante un debate sobre las líneas rojas del humor, se traslada a Chicago, donde ingresa en el Chicago Outfit, una asoción de madres y padres de alumnos, liderada por el pedagogo Johnny Torrio. En 1925, Torrio resulta herido como consecuencia de un malentendido en el grupo de Whatsapp sobre si los niños deben llevar la cartulina a Pretecnología o si la suministra el colegio, y Capone asume la dirección del AMPA. Su carácter sentimental y un poco cursi, aunque nadie se lo dice a la cara para no hacerle sentir mal, le lleva a organizar el día de San Valentín de 1929 una fiesta sorpresa de citas a ciegas con miembros de la ONG North Side Gang. La quedada es en un garaje. Un fallo en las ametralladoras Thompson de atrezzo de los strippers que acuden a la cita disfrazados de policías provoca un desafortunado accidente y siete de los pretendientes fallecen por una reacción alérgica al plomo. En 1931 se confunde al poner mal la X en la casilla de la Iglesia de la declaración de la renta y es condenado a once años de prisión por evasión de impuestos. El 16 de noviembre de 1939 sale de Alcatraz en libertad condicional al agravarse la sífilis que había contraído tiempo atrás por no lavarse las manos después de bajar un gatito de un árbol.

Muere a los 48 años cuando un derrame y una parada cardiorrespiratoria les hacen a su cerebro y a su corazón, respectivamente, una oferta que no pueden rechazar.

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