Fu Hao (Yin, antigua China, siglo XIII a.C. – Íbid. 1200 a.C.) fue una emperatriz, suma sacerdotisa, pedagoga, folklorista, decoradora de interiores, agregada cultural del cuerpo diplomático y general del ejército, que sentó las bases de la gran reforma educativa que unificaría y normalizaría los planes de estudio en la Nación del centro durante el reinado de la dinastía Shang sin que se llegara a aplicar el pin parental. Nacida en una tribu de provincias que ni siquiera tenía conexión de línea de metro con Anyang, la capital del imperio, es ofrecida por su familia como esposa al emperador Wu Ding, que ya tenía 59 pero también fobia a los números primos. Gracias a que se trata de una sociedad esclavista pero también semi-matriarcal, porque no hay mal que por bien no venga, logra subir en el escalafón de la corte tras aprobar las oposiciones y sacarse la plaza de consorte suplente con derecho a moscosos y asuntos propios.

La mejor versión de sí misma

Aburrida de quedarse en palacio haciendo crucigramas, que termina muy rápido porque aún no se han inventado la mayoría de los ideogramas del alfabeto chino y se aburre, decide convertirse en general de los ejércitos de su marido, tras una breve estancia en un buque escuela durante la cual aprende a hacerse el moño. Una de sus primeras tareas como funcionaria de alto rango es solucionar el problema de la vivienda y urbanizar el territorio en el que viven los Tu-Fang, una tribu de chabolistas que habitan en la región de Mongolia y Manchuria, a los que convence de abandonar su vida nómada y abrazar el sedentarismo mediante talleres de civismo, primero, y campañas militares de tierra quemada, después. Tras ese éxito civilizador, repite la operación con los Yi, los Quiang y los Ba, que se avienen a formar parte del imperio Shang gracias a los esfuerzos de 13.000 corredores de bienes raices pertrechados con lanzas y espadas de bronce, arcos, ballestas, carros de guerra y folletos promocionales de pisos piloto. Fu Hao combina una política económica de regulación de los tipos de interés para fomentar los créditos hipotecarios con el oficio de ceremonias sacrificiales en las que se inmolan inquilinos que se retrasan en el pago de las cuotas. En el apogeo de su actividad al servicio del Estado, crea su propio feudo, con inmuebles de titularidad pública que inscribe en el Plan Vive gracias al apoyo de una empresa de marketing inmobiliario.

Fallece por problemas de salud agravados por el hecho de vivir en la Antigüedad, sin cobrar ningún tipo de royalties por parte de The Walt Disney Company.

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