José María Julián Mariano (Barbastro 1902 – Roma 1975), más conocido en la industria por el nombre artístico de Josemaría Escrivá de Balaguer, fue un sacerdote, erotómano, editor de revistas de contactos para parejas liberales y mayorista de productos de cuero, látex y esparto, pionero en la introducción en España de clubs de swingers y mazmorras BDSM para católicos. Nacido en el seno de una familia numerosa, de padre comercial de telas, descubre desde niño su afición por los tejidos ásperos y las técnicas de humillación, que le proporcionan una extraña y placentera sensación. En las navidades de 1917 presencia a un carmelita descalzo practicando asfixia autoerótica con un cinturón y una bolsa del Simago en un portal del Casco Antiguo de Logroño. Al año siguiente abraza su vocación e ingresa en el seminario.

El cilicio no es vicio

En 1920 continúa su formación eclesiástica en Zaragoza. En 1922 recibe los grados de ostiario, lector, exorcista y acólito, y ya más tarde los de bárbaro semiorco, hechicero elfo y paladín a la taza. El 2 de octubre de 1928, tres años después de ser ordenado sacerdote, ve a Dios, quien le pide que difunda por el mundo la llamada universal a la santidad a través del apostolado de las prácticas sadomasoquistas regladas, preferiblemente con juguetes sexuales convenientemente higienizados. Como la epifanía coincide con un día en que le están haciendo obra en el baño de casa decide llamar a su proyecto Opus Dei. Los primeros años son difíciles y el negocio de las mazmorras no prospera hasta que en 1930 se acepta el acceso de mujeres dominatrix. La llegada de la Segunda República supone un duro golpe debido a sus estrictas regulaciones sobre profilaxis. En 1934 escribe una guía breve de palabras de seguridad, que acaba llamando Camino, su password más recurrente. La Guerra Civil supone un respiro para Escrivá porque al catálogo de cock ball torture, facesitting y enemas puede añadir el fetichismo de caballeros mutilados. Acabada la contienda, en 1945 viaja a la República de Saló para tomar ideas pero la encuentra cerrada por cese de negocio y debe esperar dos años hasta que Pío XII homologa al Opus como proveedor oficial del la Santa Sede. Decepcionado con el Salón Erótico Concilio Vaticano II, en los años 60 impulsa la construcción de Torreciudad, el mayor centro sadomaso de Europa, con cabinas individuales, sala de shibari, cuartos privados con ambientación medieval y plancha para spanking y flagelación, sauna y maquinas expendedoras de cinta adhesiva. En 1974 inicia una gira por Latinoamérica.

Fallece a los 73 años de un infarto, agravado por la diabetes, durante un pase previo del montaje provisional de Saló o los 120 días de Sodoma, al no poder soportar cómo Pasolini había edulcorado la realidad.

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