Freda Josephine McDonald (San Luis, Misuri, 1906 – París 1975) fue una vedette, espía, bailarina, activista, cantante, ebanista, instructora de combate con armas semiautomáticas y cuchillo militar, y comercial de frutas afroamericana que introdujo la utilización de animales salvajes en las técnicas de interrogatorio de agentes enemigos. Nacida en una familia pobre descubre desde muy joven su capacidad para desnucar con un ejercicio de torsión de los muslos a simpatizantes del Ku Klux Klan y de otras organizaciones de extrema derecha. Se casa a los trece años con Willie Wells, del que se divorcia al año siguiente por considerarlo demasiado inmaduro y no terminar de compartir su afición por el estupro. En 1921 contrae matrimonio con William Baker, de quien toma su apellido porque siendo vegana el suyo original le resulta inapropiado.

Por su coño moreno

A los 15 años, se une a una compañía teatral de Nueva York y en 1924 forma parte del cuerpo de baile de los Chocolate Dandies, que más tarde evolucionarían hasta convertirse en las Cacao Maravillao durante su asentamiento en España en los años 90. En 1925 conoce al agregado comercial de la embajada de EE.UU. en París, Donald J. Reagan, a quien acompaña a Francia para entrenar a agentes dobles, que aprenden con ella a asfixiar espías alemanes con un plátano convenientemente atorado en el esófago. En 1926 ingresa como vedette en el Follies Berger. A lo largo de los años 30 utiliza el vodevil como tapadera para amaestrar a su leopardo Chiquita, acostumbrándole a desgarrar órganos no vitales de músicos de la orquesta a modo de entrenamiento, primero, y órganos vitales de militantes del partido nacionalsocialista alemán de visita en Francia, después. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial se une a la resistencia francesa, mucho más amena que la española porque al menos el entrevistador deja que respondan los invitados. A partir de 1954 se dedica a adoptar a doce niños de distintas etnias que van sobrando del atrezzo de anuncios de Benetton. En 1963 participa en la Marcha sobre Washington pero es descalificada por haber levantado ambos pies simultáneamente en un momento de la prueba cronometrada. Abrumada por las deudas, Grace Kelly decide ayudarla dedicando a la financiación del último espectáculo de Baker el dinero con el que pensaba cambiar las pastillas de freno de su coche.

Fallece a los 68 años de un derrame cerebral que el público estadounidense califica de demasiado explícito y decadente.

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