Butaca de Gallinero: Invasiones
Que no digo yo que la cosa sea de ahora. Que ya sé que hay muchos ejemplos desde los años 50, como SOS Ultimátum a la Tierra o La invasión de los ladrones de cuerpos. Que me reí mucho con Critters y bastante menos con Mars Attacks. Que lloré de vergüenza ajena con Campo de Batalla: la Tierra, me sonrojé con el final de Señales, disfruté de algunos momentos de La Guerra de los Mundos de Spielberg y flipé en colores con Distrito 9 (traten ustedes de verla en versión original sudafricana). Pero es que, desde que el amigo Emmerich estrenara Independence Day, allá por el 96, han proliferado como churros las invasiones extraterrestres ultramega-pirotécnicas. Concretamente esas producciones que hacen que Estados Unidos parezca Valencia, con explosiones, ruido, cosas que arden y esqueletos de edificios hasta donde alcanza la vista. Vaya racha. Skyline, Battle Los Angeles, Cowboys & Aliens, La hora más oscura (coproducción con Rusia), Battleship… Todas clónicas, con gente corriendo de un lado para otro, la humanidad a punto de irse al carajo y millones de alienígenas cabreados para masacrar. Por lo menos los extraterrestres no han comprado deuda pública americana, pensarán algunos. Roberto Aguirre © humorenlared.com |
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