octubre 17, 2013

Butaca de Gallinero: Muy presente

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Me pueden decir que se trata de un ejercicio de contemporización de la narración con el cambio de paradigma en la sociedad occidental actual. Me pueden decir que supone la apertura ante el espectador de un inesperado abanico de posibilidades inéditas. Me pueden decir que estamos ante una revisitación post-postmoderna y dinamizadora de mitologías caducas. Bobadas. Solo me creo una explicación a esa manía de situar en el presente historias que toda la vida han tenido lugar en épocas pretéritas o (en menos casos) futuras: que es más barato.

Pues sí. Solo un ahorro en los costes de producción, en vestuario, en atrezzo, en dirección artística, en fotografía, en localizaciones o en efectos especiales justifican que las películas de Los Pitufos (Edad Media) tengan lugar en Nueva York y París en el siglo XXI. O que la serie Elementary narre las aventuras de Sherlock Holmes (Inglaterra Victoriana – Eduardiana) en la actualidad. Puedo entender que en los casos mencionados la cosa queda disimulada porque a fin de cuentas importa más el personaje que el entorno, pero el asunto huele ya cuando leo que van a estrenar una serie de Sleepy Hollow con un jinete sin cabeza que campa a sus anchas por la campiña americana de hoy en día. Lo mismo sale Washington Irving haciendo de rapero. La pela es la pela.

Roberto Aguirre © humorenlared.com

 

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