marzo 15, 2016

Juego de niños: La cruda realidad

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Para quien tiene un talante soñador las cosas pueden ponerse complicadas. Cada cual se organiza a su manera. El poeta Juan Ramón Jiménez, por ejemplo, tuvo la suerte de vivir a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras la poesía. Mientras tanto su esposa, la escritora Zenobia Camprubí, se ocupaba de cualquier detalle terrenal, le alegraba la vida y le daba consejos literarios. A él le dieron el Nobel de Literatura y a ella debieron darle el de la Paz..iencia.

Eso de las ensoñaciones vale para todo. Ahí tenemos a un Dalí haciendo metafísica del huevo frito. Lo mismo me pasa a mí cuando los pongo en el menú y unto la yema, aunque no tanto como para pintar como pintaba él. Sin embargo, me queda el recurso de la contemplación. No solo de huevos fritos se vive, hay que alimentar el espíritu. Bien lo sabía Dalí cuando pintó La cesta de pan.

Y hablando de contemplar, me han regalado un estuche y un paño para las gafas cuyo estampado es un cuadro de Regoyos. Sucede que la cruda realidad ensucia los cristales. Entonces cojo el cuadro, o sea, el paño. Y limpio, pero con mesura. No vaya a ser que a fuerza de frotar las gafas con el paño, o sea, con el cuadro, termine viendo nada más que el pueblecito francés pintado por Regoyos. Cuando practico deportes de riesgo nunca me abandona el sentido común.

Elene Ortega Gallarzagoitia © humorenlared.com

 

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