noviembre 19, 2016

Península Histérica: Dylan

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Hay decisiones que se convierten en reveladoras. El hecho de conceder el premio Nobel de Literatura a Bob Dylan se ha demostrado todo un acierto mediático, hasta el punto que por una vez no se sabe si el premio le ha dado prestigio al galardonado, o al revés, ha sido el galardonado el que ha cedido parte de su propia fama al premio.
Por si fuera poco, Dylan ha dado una nueva muestra de su carácter al no dignarse siquiera a responder a la llamada de los anonadados miembros de la academia sueca. Dylan comenzó su trayectoria como cantautor básico y sorprendió a todo el mundo cuando decidió dar un giro eléctrico a su carrera. Después se ha mantenido en lo alto del pódium musical sin dejar de protagonizar algunos escándalos como el hecho de abandonar el judaísmo, para rendir pleitesía al Papa de Roma, ante quien incluso interpretó algunos de sus temas. Pero algo hizo click en su alma de artista y regresó al judaísmo en una variedad incluso más integrista.
A lo largo de su vida, Dylan ha compuesto un montón de grandes canciones y sin duda sus textos estarán a la altura del galardón que se le ha concedido para sorpresa de algunos conmocionados escritores clásicos. Pero quién puede negarle lo merecido de su premio a alguien que se permitió el lujo de escribir una canción utilizando el nombre de otros monstruos de la música como Like a Rolling Stone.

Miguel Fernández © humorenlared.com

 

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