diciembre 20, 2016

Juego de niños: Maricón

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Con esto de la muerte de Fidel Castro he recordado aquella película, Antes que anochezca. Javier Bardem interpreta al novelista y poeta cubano Reinaldo Arenas. La infancia rural del escritor se describe en una escena impactante. Cuando su madre iba a trabajar al campo sólo podía dejar al pequeño Reinaldo en una fosa excavada en la tierra. Para qué quieres más. Si de día tu cuna era una tumba en la que sobrevivir, o ves en eso algún resquicio de poesía o no te levantas de la cama. Reinaldo sí se levantó. Abrazó la Revolución cubana. En su condición de homosexual y crítico con el régimen de Castro estaban todos los boletos para la cárcel y el exilio. Se suicidó en 1990, en Nueva York, enfermo de SIDA.

No sé qué tiene La Habana, que engancha y envuelve. ¿Es la nostalgia de lo que no fue? ¿Es la Revolución malograda? ¿Es la historia que se agolpa? ¿Es la música, esa música de ida vuelta entre las habaneras y el son? ¿Es el Atlántico desde el Malecón? Vaya, no quise escribir un ripio y me salió sin querer. Perdón. Para versos de los buenos, los de Arenas. De modo que Cervantes era manco;/ sordo, Beethoven; Villon, ladrón;/ Góngora tan loco que andaba en zanco. /¿Y Proust? Desde luego, maricón.

Elene Ortega Gallarzagoitia © humorenlared.com

 

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