La novela negra causa adicción. Hay una fuerza que nos obliga a leer sin control hasta el desenlace. Interesa descubrir cuanto antes quién se está cargando a todo el mundo. La obra póstuma de Franco, la democracia de España, debe ser una auténtica basura porque a nadie le apetece saber más información. Si roba alguien, que robe; si muere gente, que muera; si manipulan datos, que manipulen.

Acaba de dejarnos la alcaldesa de España. Sí, la novena persona que fallece de forma repentina y con relación directa a la trama de corrupción del PP. Si fuese una historia bien escrita ya estaríamos sacando nuestras propias conclusiones. Seguramente el coche personal de Rita Barberá, aparcado durante más de veinte años en el ayuntamiento de Valencia, es una pieza clave en el argumento. Y que Justin Bieber pegue puñetazos a sus fans es una estrategia de distracción. No pasemos nada por alto.

A pesar del poco interés que pone el público en lo que sucede, no se puede negar que la aparición de Cospedal ha sido la chispa de la historia. Y sin sobres de por medio. La ministra de Defensa predijo que Barberá moriría de un infarto. Y ha ocurrido. Y eso nos han contado.

Maite Ortiz de Mendívil © humorenlared.com