enero 1, 2017

Península Histérica: Fidel

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Cuando se publique esta columna la muerte de Fidel parecerá cosa del siglo pasado. El ritmo que esta sociedad impone a nuestras vidas, hace que todo trascurra de manera vertiginosa, como si la actualidad misma fuera un elemento más de consumo.
Y sin embargo de la muerte de Fidel también se pueden extraer conclusiones. Supongo que cada cual las que más le interesen. Yo también me he permitido hacerlo.

Por un lado, asqueado al ver como los medios oficiales (aunque ellos digan que son privados) de todos los colores calificando al líder cubano como al peor sátrapa de la historia de la humanidad. Con la de sátrapas que a lo largo de la historia hemos visto y sufrido.
Por otro los admiradores, en la distancia, que se agarran a los niveles de sanidad, educación para justificar cualquier otro desmán, que sin duda existieron. Y obviando, el evidente problema de las libertades civiles.

Se demuestra así lo difícil que es construir un pensamiento disidente y autocrítico, incluso entre quienes más hacemos a gala de fomentarlo. Y si me pongo en lo peor, que quizás todos y todas somos disidentes en ciertas causas y forofos en otras.
Agur!

Miguel Fernández © humorenlared.com

 

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