agosto 14, 2017

Mens Insana: Vertederos humanos

Cuando el calor aprieta, a demasiada gente le estorba todo menos su indecencia. Aparcan los perros en alguna perrera, cambian a la abuela por un paquete de Marlboro light, y a los niños los enchufan en alguna guardería. Porque como ya no tienen a la abuela, es lo que hay. Qué dura es la vida. Y todos corriendo para llegar a la playa y ser el primero en clavarla. La sombrilla, of course.
Recientemente una perrita anciana y enferma de cáncer ha fallecido por el calor después de que la abandonaran a las puertas de una protectora en Ciudad Real. Qué detallazo el de estos seres tan despreciables a quienes, por cierto, están buscando. Después de tantos años le tenían preparado un final digno de un reportaje sobre Hitler y compañía: morir en agonía a más de 40 grados durante 4 horas. Y, si te descuidas, antes de acabar con la vida de su perra todavía dirían que ellos amaban a los animales. Me los imagino diciendo que querían mucho a su perra, y haciéndose selfies cutres y chabacanos para ponerlos en redes sociales. Cuánto glamour. Me pregunto qué dirán este tipo de fulanos cuando les pregunten por el animal. Qué inventarán para seguir con la farsa social. Menudo vertedero.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

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