octubre 12, 2017

Mens Insana: Cárcel

He visto películas que daban menos terror que este lugar y la atmósfera vieja y turbia que lo atenaza. Recientemente subí a la Asociación Protectora de Plantas y Animales de Gipuzkoa con la intención de adoptar un perro. El recibimiento me descolocó. Teniendo en cuenta que el ayuntamiento de Donostia destina a la Protectora 200.000 euros al año, creo que su atención hacia el contribuyente debería ser otra.
Me interesé por una perrita y me trataron con apatía, desgana. Con desinterés, desagrado. Incluso suficiencia. El animal lleva un año allí y desconocían su nombre. Pontificaban, para mi estupor, que todos los perros tienen el mismo carácter. Me impidieron interactuar con ella fuera de su jaula para conocerla un poco. Jamás lo permiten. Quieren que vayas, señales lo que quieres, pagues y te lo lleves. Sin preguntas, sin molestias. Pagar y desaparecer. Aparte de esta Protectora, no conozco ninguna otra donde te nieguen el contacto con el animal. Es absurdo. Antes de marchar, vi a uno de los veterinarios que está pendiente de un juicio por maltrato animal. Salí de allí disgustada y muy enfadada por el trato y la actitud. Allí arriba tienen su propia ley, y al Ayuntamiento no parece importarle. ¿O sí?

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

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