febrero 9, 2018

Mens Insana: Hasta aquí

Recientemente paseaba por las calles de Candem y seguía haciéndome las mismas preguntas una y otra vez. Por qué casi siempre pasa lo mismo con las personas exitosas y con talento. Por qué el precio del talento es tan caro y por qué los finales se parecen tanto. Los viandantes han adornado la estatua de Amy Winehouse con pulseras de colores en sus muñecas y hasta algún candado en sus tacones. A su familia no le parecía ético hacer uso de su casa, también en Candem Town, y la vendió por la nada desdeñable cifra de 2,7 millones de libras. Se mascaba la tragedia pero yo paseaba ajena a ello. Y tres días después de despedirme de la ciudad Dolores O’Riordan, líder de The Cranberries, se despedía del mundo.
Y tendré que escuchar que todos los días se muere gente. Sí. Bien, vale. Pero todo el mundo no deja el mismo vacío. De hecho, algunas personas no dejan ninguno. Es como si a través de la música se hubiera construido una especie de rara amistad. Quién no conoce Zombie o Back to Black. Ellas contaban sus historias y después tú te montabas las tuyas mientras te sumergías en la melodía. Sorprendentemente a veces lo que uno entiende no tiene nada que ver con lo que le quieren decir. Es la magia del arte y de los artistas. Su fuego es eterno.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

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