febrero 13, 2018

Puños fuera: Onddoa esan behar

columna_jtxo_cabecera_gr

Cuando el bilbaíno Luis Bulffi publicó su sonado folleto Huelga de vientres, allá por 1906, propugnando la procreación consciente frente a la natalidad insufrible con la que se sometía a los humildes, difícilmente podía imaginarse que su llamada acabaría teniendo efecto. La “pirámide social”, imagen demográfica que colocaba un gran número de nacimientos en la base y que decrecía progresivamente tomando su forma y nombre, pasaba en menos de un siglo a ser renombrada como “base de lámpara”, mostrando un tronco algo abultado en su mitad, y donde los más longevos igualaban ya a los de menor edad.

Mas la imagen poblacional vasca ha seguido evolucionando, perfilándose como un hongo en el que sobre un delgado pie se va asentando un pesado sombrero, superpoblado por los mayores de cuarenta. Y a la seta no le falta ni un pequeño anillo en mitad del pie, con los nacidos al calor de los años del despiporre de inicios de milenio previos al crack capitalista. Con todo, no habrá que cambiar más expresiones: podemos actualizar la de “explosión demográfica” para referirnos a este hongo nuclear, imagen que representa, un modelo social en irremisible decadencia.

Jtxo Estebaranz©humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Jtxo Estebaranz

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados