marzo 20, 2018

Puños fuera: Caos

columna_jtxo_cabecera_gr

El más negro novelista mexicano Taibo II relataba a sus cuates en uno de sus textos, las costumbres ingenuas de los peninsulares, que creían con fe inverosímil en las virtudes providenciales de la lotería o en la infalibilidad del parte meteorológico. Aquí ambas supersticiones se han agravado, una por los rigores de la precariedad galopante y otra por la sumisión a los smartphones y a sus datos, tan obvios unos como la temperatura ambiente, o tan risibles otros como las previsiones del tiempo. Pero, pese a todo, en este mundo en teoría cuadriculado que todo tiene medido y previsto, siempre queda la puerta abierta a la irrupción del acontecimiento.


Ocurría en la anunciada nevada del final de febrero, cuando la sorpresa se convertía en una verdadera interrupción del Orden. Caras alegres por llegar tarde al trabajo, por pisar nieve virgen, por ver interrumpido el tráfico, por recibir un bolazo de un desconocido, pero también viajeros contentos al organizar la entrada y salida en un metro abarrotado o sonrisas al echar una mano para empujar un vehículo atascado. Así, el Caos ha vuelto, fugaz e inesperado, devolviéndonos sí, lo mejor de nosotros mismos.

Jtxo Estebaranz©humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Jtxo Estebaranz

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados