junio 13, 2018

Butaca de Gallinero: Bocas

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El congresista colombiano Roy Barreras ha dicho que la película Vengadores: Infinity War es fascista. Con un par. Que va sobre un genocidio extraterrestre y que eso no deben verlo los niños. Imagino que el resto de películas Marvel, por no hablar de las de ese cruzado de la democracia participativa y la confianza en las instituciones que es Batman, serán impecables para este buen señor. Igual que el mercenarismo que destila Los siete magníficos, el espíritu libertario de la filmografía de Chuck Norris, el canto al ecologismo sostenible de la serie Fast & Furious o el llamamiento a la resolución dialogada de conflictos de la saga Star Wars.
Si bien la crítica de Barreras es un exabrupto que no lleva a ningún sitio, ni mucho menos va a resentir la taquilla de la película (más bien al contrario), la reacción de internet hacia sus palabras ha sido la esperada. Trolls, haters, ofendiditos, freakies, padres desesperados por sofronizar a su hijos delante de una pantalla durante dos horas, opinólogos, tertulianos, twitteros, influencers y mediopensionistas han hecho causa común para defender el film frente a las palabras del político. La borregada habitual. Sólo es una película, dicen. Personalmente yo elaboraría un poco más el discurso. El triunfo de la voluntad también era sólo una película. Y en estas bobadas se me va la tarde. En eso y en fantasear con que Leni Riefenstahl dirigiera Guardianes de la Galaxia: Vol. 3.

Roberto Aguirre © humorenlared.com

 

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