febrero 22, 2019

Butaca de Gallinero: Ofensas

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Esto de la proliferación de las plataformas en streaming prometía ser un remanso de versatilidad de la oferta en contraposición al mercado del cine convencional, tan dependiente de clasificaciones por edades, gustos del mercado asiático y necesidad de rentabilizar grandes proyectos. Opciones como HBO y Netflix, con una capacidad de segmentación inédita, lo mismo te ofrecía un documental que no iba a oler las salas comerciales que te endiñaba una película de Adam Sandler sin prevenirte de sus efectos secundarios perniciosos a largo plazo. El colmo de la libertad, vaya. ¡Meeeeeeec! Error.
Despuntaba el año con la noticia de que el show Patriot Act with Hasan Minhaj, que emite Netflix, conocido por dar caña a los grandes estamentos de la sociedad occidental (es decir, de los USA), desde Amazon a la universidad de Harvard, ha dejado de poder emitir su segundo episodio en Arabia Saudí. El capítulo, muy crítico con el régimen de Bin Salman por un quítame allá ese periodista desmembrado, se ha tenido que esfumar del servidor de la cadena en el país. Cosas que pasan. Los saudíes dicen que toca censurar un programa que les ofende. La eterna canción.

Uno ya no sabe qué pensar. A lo mejor no es tan mala idea eso de la censura. Cuánto nos habríamos ahorrado en terapia y ansiolíticos si hubiesen prohibido la exhibición de Venom.

Roberto Aguirre © humorenlared.com

 

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