marzo 15, 2019

Mens Insana: Aquí Brasil

Los sueldos de los diputados de Brasil rondan los 7.800 euros al mes. Pero aparte de su sueldo también reciben «ayudas». Ayuda para gasolina. Ayuda para ropa. Para alquiler. Entre otras. Después dicen que el problema son los pobres. El salario mínimo en Brasil son 234 euros mensuales. Los diputados cobran casi 10 veces el sueldo medio. Esta casta ha transformado en derechos sus privilegios y en lujo el derechos de auxilio de los más miserables. Porque la culpa siempre es de los pobres.
Mientras un blanco sale por la mañana a correr por Copacabana, un traficante negro dicta quién puede entrar en las cuatro favelas que él controla. El traficante ha decidido que quien atraque a personas que viven en la favela morirá. En el centro comercial me atiende un dependiente blanco. Porque si es negro igual me ofendo. Porque la culpa es suya. Por negro y por pobre. A algunas personas aquí les molesta que los negros vayan a las universidades. Porque piensan que deberían estar con trabajos de mierda sirviendo a los blancos en barrios como Leblón. Los ricos viven en un delirio racista donde todo siempre es culpa de los mismos. «El brasileño no vive. Sobrevive», dice por aquí la gente humilde. Y la culpa es suya. Siempre.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

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