agosto 3, 2019

Juego de niños: Luchador

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El viejo Camurria, según dicen, era agradable, simpático y dicharachero. Unía a su humor socarrón un trato exquisito. Para los entendidos era una leyenda, el mejor en eso de la lucha canaria. Esta práctica deportiva, que tiene su origen en la cultura guanche, se basa en derribar al adversario sin lastimarlo, sólo desequilibrándolo. Francisco Marrero, más conocido como Pancho Camurria, nació en Tenerife en 1912. Debutó en la lucha con 18 años, allá por 1930. Permaneció activo hasta 1952 y se mantuvo imbatido durante mucho tiempo.
De pequeña estatura, pesaba apenas 70 kilos y se decía de él que se cuidaba mucho. En los años 40 fueron famosos los enfrentamientos con pesos pesados de la lucha canaria como el Faro de Maspalomas, que medía más de dos metros de altura, y el Pollo de Tegueste, de más de cien kilos de peso. “El grande perdió, el chico ganó”, dice la canción de Los Sabandeños, convertida con el tiempo en himno de la lucha canaria. Llevan el nombre de Pancho Camurria un importante torneo y un pabellón deportivo en Tenerife. Falleció en 1982. Un obituario de la prensa de entonces le describía como “un gran hombre, dueño de una extraordinaria humanidad”. Destacaba su militancia anarcosindicalista. Fue un hombre de la CNT y buena parte de su vida “la pasó haciendo trabajos de carga y descarga”.

Elene Ortega Gallarzagoitia © humorenlared.com

 

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