noviembre 15, 2019

Puños fuera: Clases

columna_jtxo_cabecera_gr

Cuando los voceros del Orden vomitan sus sapos y culebras, es que algo siembra la duda sobre el Desconcierto Económico Vasco, nirvana de cartón-piedra en el que se vive, según nos venden, en el mejor de los mundos. La llamada a la huelga de un mes en el sector de la Educación Concertada, en el tercer curso ya de duro conflicto sin que la patronal cristiana haya movido ficha, moviliza a los defensores del euskal status quo que, en un alarde de imaginación, intentan enfrentar a usuarios y trabajadores en nombre del derecho. Ahora el del acceso a la enseñanza de los colegiales.

Lo que les indigna, no es tanto que hayan regresado las largas huelgas y que sus crudos costes personales no dobleguen a la fuerza de trabajo, que también, sino que el conflicto de la Concertada visibiliza la tramoya de una sociedad segregada, de la que los colegios son pilar. Construidos sobre una baja calidad de empleo, en sus aulas se adiestra por separado a los vástagos del tercio social favorecido, financiado, eso sí, a costa del erario público. Una versión renovada del eterno clasismo, ésta no ya de élite, aunque diseñada igualmente para perpetuar el privilegio. Y gratis.

Jtxo Estebaranz©humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Jtxo Estebaranz

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados