marzo 22, 2020

Mens Insana: Cuba

La Habana huele a gasolina y azufre. Es un olor ardiente y penetrante que sacude la garganta. También huele a café y a pan recién hecho. Pero son olores antiguos, que sin saberlo vivían ya en nuestra imaginación. Tal vez de cuando nuestros abuelos evocaban su infancia y tratábamos de imaginar el pasado en sus relatos. Ocultos bajo la piel, pero vivos como en los libros. Cuba intensa, vibrante e ingeniosa. Si fuera una mujer sería una mulata de ojos brillantes y profundos, con una sonrisa enigmática que embruja al son de sus movimientos. Es el ron. Un fuego denso que te embriaga y te lleva hasta la locura más dulce.


El tesoro es la gente. Talento puro en las esquinas. En los barrios y en los pueblos. El gran Camilo Cienfuegos vive en los corazones de la gente más humilde. Mentes inquietas, soñadoras, alegres. Sueñan en un futuro, incierto, en algún lugar lejano. Perseverantes y trabajadores, no necesitan libros de autoayuda. Ellos son pura inspiración. El castellano aún es poesía allí. Y son como el junco, resisten. Porque son candela. Peter es de Jaén. Parece cubano. No hay dos como él en toda La Habana. Genio, figura, inventor. Cuba en lucha. Hay que ir para verlo. Y entenderlo.

Sheila Blázquez © humorenlared.com

 

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