marzo 25, 2020

Puños fuera: Hasta la coronilla

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En una de sus primeras comparecencias por el entonces muy chino “coronavirus de Wuhan”, el campechano Director de la OMS interrumpió su alocución con un potente estornudo, cuyos esputos depositó adiestradamente sobre su codo. Con sonrisa picarona y mientras posaba las babas en un pañuelo desechable, dijo aquello de “sorry, is not corona”, lo que fue celebrado con más risas por prensa y demás amigotes. A día de hoy, el juego del “is not corona” (contar cuánta gente tose en lugares públicos y en el que vale doble quien lanza perdigones sin taparse) ameniza la ansiosa espera de la pandemia al solar vasco.


Porque detener la expansión de este nuevo virus resulta tan ingenuo como las banderitas que indicaban la dirección del viento, gracias a las cuales el vecindario de Palomares en 1966 podía esquivar la radioactividad de las cuatro bombas nucleares que habían caído sobre su municipio tras el choque accidental de un bombardero norteamericano. Mientras tanto, confianza en las autoridades y propaganda de nuestro primermundista Sistema Sanitario. Al final, el más cuerdo será Trump, que se coronó al recordar al mundo que la gripe se va con el calor de abril.

Jtxo Estebaranz©humorenlared.com

 

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