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Difícil imaginar que en pleno 2020 el clásico saludo libertario recogiera en su seno tan acertadamente todas las dificultades a las que se enfrenta el mundo moderno en los últimos tiempos. Libertad para vivir de una vida digna y salud para disfrutarla era lo que el proletariado consciente expresaba sintéticamente en dos palabras que aparecen ahora más vigentes que nunca.
Puede que haya quien crea que en estos momentos es imposible equilibrar ambos conceptos y no faltan quienes afirman que en beneficio de la salud se está constriñendo la libertad colectiva. Mas, si pensamos colectivamente y de manera solidaria, podemos llegar a otro clásico: el axioma kropotkiniano, «de cada cual según sus posibilidades y a cada uno según sus necesidades».
Estamos en las mismas. Cuidarnos uno mismo, para cuidarnos a todos. En la salud, por supuesto; pero no solo. Existen sectores que están sufriendo duros rigores para tratar de contener un virus que se muestra de momento imbatible y pone en riesgo la vida de una parte del colectivo. También ellos necesitan los cuidados de quienes por el momento podemos seguir en activo, es decir del colectivo. Si se rescataron grandes bancos, por qué no hacerlo con pequeños negocios.
Quién sabe si de este cruel año 2020 pueden surgir mejores ideas para construir una sociedad más solidaria. En la que podamos construirnos con Salud y Libertad.
Miguel Fernández © elkarma.eus
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