enero 4, 2023

Campus Kanpo: A mi edad

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Últimamente, me he empezado a fijar en esos pequeños cambios que me devuelve el reflejo del espejo. No obstante, mi cabeza tiene justificación para todo. ¿Las patas de gallo? Eso me pasa por reírme mucho. ¿Las canas? Hay pelos más propensos, claro. ¿Ojeras marcadas? Si es que no descanso bien. ¿Manchas en la piel? La capa de ozono, que está fatal.

Hablando del paso del tiempo. Ayer me levanté y no sabía cuántos años tenía. Y no estoy hablando de desconocer la edad del vecino del tercero o de la cuñada. No; hablo de la mía. Mi mente se había quedado en blanco.

Muchos pensaréis que soy una exagerada, que dudaría año arriba, año abajo o que, simplemente, tengo que tener cuidado con determinados estupefacientes. Y la respuesta sigue siendo la misma: No. ¿Soy un desastre? Sí. ¿Despistada? Por supuesto. ¿Que la edad me la pela? También.

Así que me puse a restar 2022 menos 1986 y, como no me convencía del todo el resultado, cogí la calculadora del móvil. ¿Treinta y seis años? ¿En serio? ¿Ya? ¡No puede ser! Lo mejor de todo es que mi cumpleaños es en junio. Me pasará eso que le ocurre a todo el mundo. La gente de mi edad me parece más vieja. Bueno, menos tú.

Maite Ortiz de Mendívil © elkarma.eus

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