El alcalde de Madrid ha expresado que le sorprende enormemente que los domingos el comercio bilbaíno permanezca cerrado. Probablemente al Sr. Almeida también le sorprenda que bilbaínos y bilbaínas no quieran ser vecinos de Madrid, villa y corte donde el concepto de libertad se ha devaluado hasta el punto de verse reducido a tomarse una cerveza en tiempos de epidemia.

Almeida tiene todo el derecho a que no le guste el modelo comercial de una ciudad de provincias. Los provincianos también tienen derecho a no consumir un día a la semana.

Lo que opine Almeida del modelo comercial de Bilbao es una anécdota. Más preocupante es si su opinión la comparte el periódico que le entrevistó, al que le encantaría que Bilbao fuera tan “liberal” como Madrid.

Quizás El Correo también quisiera ser como su hermano mayor: ABC. Así podría celebrar que Almeida retirara la placa que recordaba a Largo Caballero, pese a que la justicia haya afirmado por tres veces que esa decisión fue ilegal… Ellos, tan respetuosos con el poder judicial.

¿Les molestará que Largo sobreviviera, unos meses, a un campo de concentración nazi?

Miguel Fernández © elkarma.eus