Un término común empleado para la comedia es el “Too soon”, “Demasiado pronto”, que puede aplicarse a otras disciplinas creativas. Es decir, que cuando un hecho dramático es demasiado reciente podría no entenderse bien hacer bromas sobre este. O videojuegos. Porque no es lo mismo lanzar un nuevo Call of Duty ambientado en la Segunda Guerra Mundial que un FPS sobre la ETA. Todo esto con matices, claro, porque a día de hoy en Alemania siguen sin poder verse esvásticas en videojuegos, y no hace tantos años se podía elegir una facción remedo de ETA en una versión del Counter Strike. Sin embargo el tiempo no siempre lo cura todo y por muchos años que pasen hay asuntos que continúan erosionando pieles finas.

Es el caso del anunciado juego (que probablemente nunca vea la luz) Ecumene Aztec, de un esquivo estudio polaco (Giantscraft primero, Ecumene Games después), en el que podías manejar a un azteca eliminando conquistadores españoles en plan Assassins Creed: Apocalypto. El asunto es que muchos fans de Santiago Abascal con morrión han boicoteado el proyecto. Que si los conquistadores españoles llevaron las carreteras a América. Que si los anglos no hubieran dejado a un indígena vivo. Lo de siempre. Puede hacer gracia, pero que energúmenos de extrema derecha puedan cerrarte la web por un quítame allá esas Noches Tristes da un poco de miedo como la cosa degenere en un futuro. Contradiciendo a Allen, tragedia es igual a comedia más tiempo.

Oskar Cano © elkarma.eus