Juego de niños: El paraguas de Mary
Hace años encontré en la parada del autobús un paraguas desvencijado. Después de leer Rayuela, me entró esa extraña compasión hacia los paraguas en situación de desahucio. Aquel parecía, con sus volantes, el primo perdido del quitasol de una dama del siglo XIX o la sombrilla de alguna Mary Poppins zombie. Quedó en el fondo de un armario hasta que cierto día decidí restaurarlo. Y allí continuó. Era demasiado rococó para mi estilo. |
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