Todos hemos estado tan emocionados con eventos como el State of Play, el Xbox Developer y el Nintendo Direct que no hemos permanecido atentos a lo que realmente importa. Hemos obviado el gran hito por el que todo jugador debería permanecer emocionado e insomne ante semejante cambio de paradigma: Doom podrá jugarse en un cortacésped. Uno lee la noticia, y sólo puede preguntarse cómo ha podido vivir hasta ahora sin poder hacerlo y cómo cambiará su vida a partir de este abril, cuando el juego esté disponible en todos los modelos Automower Nera de la marca Husqvarna.

Los trolls de siempre ya estarán diciendo que id Software cansa con sus demostraciones de que el juego de Carmack, Hall y Romero de 1993 funciona hasta en un reloj calculadora Casio. Y las asociaciones de padres alertarán sobre el peligro de utilizar un electrodoméstico con cuchillas rotatorias mientras se desmiembra a criaturas del averno en Marte, no sea que uno se emocione y se deje llevar con los vecinos indeseables de la urba. Ambos tendrían razón. Después de todo, la multinacional Husqvarna nació en 1689 como fabricante de mosquetes para el rey Carlos XI de Suecia. Tiembla, Asociación Nacional del Rifle.

Oskar Cano © elkarma.eus