julio 13, 2024

Campus Kanpo: Verdaderas vacaciones

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Nos subimos al coche la familia al completo. Un vehículo pequeño, sin aire acondicionado, con un maletero a rebosar por ese equipaje colocado estratégicamente. Un día entero viajando, sudando, pasando por poblaciones con olores “diferentes” y comiendo un bocata de tortilla de patatas a temperatura ambiente (bien calentito, claro). Y, por fin, llegas a tu pueblo. Tras unos cuantos cómo ha crecido este niño, ha engordado y tú de quién vienes siendo. Tras otros cuantos baños en el agua helada del río, horas de paseos en bici y esos bailoteos con las tías abuelas en la Plaza Mayor. Lo primordial era huir de casa: esa construcción fresca, oscura, con olor a humedad y con unos cuadros dignos del atrezzo de una peli de terror. Comer en la calle, correr por la calle, echar la siesta en la calle, beber en la calle… Y pasaban las vacaciones.


Actualmente es complicado disfrutar del verano con toda la familia a la vez. Además, pasar más de diez días en cualquier alojamiento es un lujo imposible de pagar por la mayoría. Y ya no hay esas casas de pueblo. Los abuelos viven en la ciudad. Las verdaderas vacaciones de verano se han convertido en ciencia ficción.

Maite Ortiz de Mendívil © elkarma.eus

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