octubre 22, 2023

Devora y escupe: 2∞

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Quedan tres meses para que termine el año y, probablemente, unos pocos más para tener un gobierno. Lo bueno de esta pausa es que la gente se ha cansado de dar su opinión política mientras hacen cola en el supermercado. El cansancio se ha apoderado de sus lenguas. Mi abuela se ha olvidado de los políticos. Ahora está centrada en las novelas turcas (menos mal). Septiembre es ese mes que cubre los cuerpos de apatía extrema, nostalgia, último empujón, pedazos. Guardo la ropa de verano mientras pienso en que esta es la última columna que escribo con 29 años. Guardo la ropa, en general, porque esta es la séptima mudanza que hago en esta última década. (Más…)

julio 19, 2023

Devora y escupe: Namasté bebé iCloud

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Oficialmente ya es verano y hay que inaugurarlo en las redes. Que todo el mundo sepa que has ido a X país asiático y has vuelto con el karma limpito y el corazón bendecido. Ahora eres más espiritual. Tus vacaciones en un resort construido en mitad de la selva te han servido para apreciar los pequeños detalles. Para mirarte por dentro. Para sentirte en paz contigo mientras te traen un bol de frutas recién cortadas. Una dosis de armonía. O una dosis de explotación diaria. Om. Namasté. Visita al templo guiada. Más bendiciones. Cristianismo NO, pero budismo e hinduismo SÍ. NO a la iglesia, SÍ al templo. Y para que quede todo grabado a fuego, lo mejor: tatuarse el recuerdo de los días que te cambiaron la vida. Claro, mejor tatuarse en Asia, que en España, que así les ayudas a ellos. (Más…)

abril 12, 2023

Devora y escupe: Una de vampiros

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Es marzo. Escribo esto en el primer trimestre del año. Aún es pronto para pronunciarse. Pero en este tercer mes puedo decir con claridad, que he aprendido varias cosas: como a no tener miedo a escribir este tipo de columnas en primera persona; que en la treintena puede ser detectado el autismo o la intolerancia a la lactosa; que la especie humana ha fracasado (esto ya lo sabía). Es marzo. Las semanas pasan a grandes saltos sobre el calendario; esperando cada jueves, para decir: qué bien, mañana ya es viernes. Es marzo pero podría ser cualquier mes. Los días se llenan de trabajo y de responsabilidades conmigo misma. Para que llegue el viernes, para decir: qué bien, he cumplido, quizás hoy cene una hamburguesa y me quede dormida en el sofá viendo una película de vampiros.
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