Algo pasa con el cine de Alexander Payne que uno ve los trailers de sus películas y se hace la idea de que se va a encontrar ante una tragicomedia, realista, sí, agridulce, puede, inteligente y aguda. Y luego comienza a visionar Election, A propósito de Schmidt o Entre copas y la sonrisa se congela para terminar descolgándose hasta las rodillas. Más o menos lo mismo que sucede con Los descendientes.
George Clooney (consagrado a estas alturas como uno de los mejores actores de su generación) se enfrenta a todo un drama familiar condimentado con ingredientes potentes, como una enchilada mejicana: abandono de la casa familiar, coma profundo de una esposa, incomunicación con las hijas e infidelidad. Desternillante. (Más…) |