EVER OASIS
Grezzo / Nintendo
Nintendo 3DS

Que a tu hermano te lo secuestren las fuerzas del Caos le puede pasar a cualquiera. Pero no todo el mundo tiene los redaños de Tethu para plantarse, planificar y llegar a la conclusión de que antes de meterse en aventuras rescatadoras lo que prima es construir un oasis en medio del desierto que sirva de base de operaciones. Pero no uno cochambroso con cuatro palmeras y una charca ridícula, no: una ciudad en condiciones, con sus tiendas low cost y sus gastrobares. Y con armas, claro. No todo va a ser cooperativismo.

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Sé que me pongo pesado con el asunto de los trailers de películas, los spoilers, las reseñas que te asaltan a traición en las redes sociales, el boca a boca pertinaz y desconsiderado y la propia curiosidad de uno, que no es capaz de acudir al cine sin haber indagado en lo que va a ver, no sea que detrás de una gran premisa se oculte una gran ponzoña o viceversa. Lo sé. Pero no puedo evitar fantasear con la idea de ver un film y que uno no tenga ni pajolera idea de lo que le depara. La premisa es absurda de partida porque, giros de guión aparte (que a base de dar giros al giro del giro, al final el cliché y la previsibilidad acaban saliendo a flote, por mucho Keyser Söze que haya), es prácticamente imposible llegar virgen a una película. Cinematográficamente se entiende. A menos que se trate de uno de esos telefilmes alemanes de origen insondable que campan por las parrillas televisivas los mediodías del fin de semana.
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DEAD BY DAYLIGHT
Behaviour / Starbreeze / 505 Games
Xbox One

Si Friday the 13th prometía las delicias del jugón más primitivo (no se entienda como insulto, sino como una vuelta a las esencias: masacrar sin tramas complejas), Dead by Daylight lo ve, envida a grande y canta las cuarenta. Ya no contaremos con un único tándem de supervivientes frente a asesino sobrenatural y sanguinario. Ahora dispondremos de varios escenarios en los que podemos jugar como insignificante carne de cañón (o de gancho de carnicero) o como varias mala bestias diferentes. Desde un trampero a una enfermera. Delicia.

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