Uda garaia. Maila espiritual goren batean gaudenontzat betiko jarduerekin segitzeko garaia: baraualdiak, otoitzak, musika sakroa, testu klasikoen etengabeko berrirakurketak…
Baina vulgus-jende askorentzat uda oporrak egiteko garaia besterik ez da: txiringito, txosna, kalimotxo, gehiegizko oturuntzak, siestak telebistaren aurrean, hondartzako parking eguzkitsuak, Repsoleko biserak, hozkailu eramangarriak garagardoz beterik, As, Marca, jar ezak beste gin-tonic bat, izorratu zaigu haizagailua, ez bota harea ume!, zoaz eskuare eta palekin haruntzago, ekarri atzera telefonoa, daturik gabe utziko naun-eta… (Más…)

Decía Paul Valéry que la guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que sí se conocen pero que no se masacran.

El mundo está dirigido por gentes que se conocen bien. Aunque no les una el parentesco que hacía primos a los monarcas europeos, se pasan media vida mostrándose en “fotos de familia”, resultado de encuentros informales que culminan en cumbres salvadoras. La otra media se dedican a calentar la cabeza a sus pueblos. Les hacen ver lo imprescindible de sus actividades. Les cuentan todo lo que se esfuerzan en conseguir lo mejor para ellos. Les explican cómo resuelven de manera civilizada conflictos que siempre provocan los otros. Se esmeran en llegar a acuerdos razonables que en ningún caso estropeen negocios fundamentales para el desarrollo de sus pueblos. Son únicos en ampliar mercados para las empresas patrias. Todo con el fin de propiciar el empleo y fortalecer la prosperidad dentro de sus fronteras. Son especialistas en buscar la paz mientras se manifiestan como los mejores representantes de la industria de la guerra.

Julio Albitre Polo, director de EL KARMA.