abril 17, 2012

Flims: Los Juegos del Hambre

Resulta escamante que a Suzanne Collins le diera por escribir Los Juegos del Hambre en 2008, justo cuando parecía inaugurarse una época de crisis, incertidumbre y tribulación. Y más mosqueante aún es que el bueno de Gary Ross decida precisamente ahora que esos tiempos se han vuelto aún más inquietantes, llevar la novela al cine.
El film de marras nos presenta unos Estados Unidos dividido en doce distritos (por el decimotercero mejor ni preguntar) controlados por El Capitolio, un lugar donde todo es posible. Para que nadie se duerma en los laureles y todo el mundo se acuerde de los Días Negros, parejas de jóvenes (aunque sobradamente preparados), elegidos por sorteo en cada distrito, se enfrentan entre si en los  mencionados Juegos del Hambre. (Más…)

abril 2, 2012

Hotel y Domicilio: Sin Salida (Abduction)

Otra película más que sigue la estela de otras producciones del estilo de El caso Bourne (de la serie entera, vamos) o Memoria Letal, pero no les llega a la suela de los zapatos. Bueno, no le llega a la primera, porque la segunda era un bodrio infumable que termino de condenar la carrera de la prometedora Geena Davis.
El film narra de las desventuras de Nathan (Taylor Lautner, el hombre lobo de la saga Crepúsculo que intenta rentabilizar su paso por la franquicia), un joven normal, estudiante en el instituto (20 añazos que tiene ya el gañán) y aficionado al boxeo que descubre un buen día que es un niño desparecido hace años, que sus padres no son sus padres (oh, sorpresa) y que él, en realidad, es hijo de un operativo de una agencia secreta que se dedicaba a adoctrinar a niños para que se convirtieran en superespías, cual es el caso del pobre Nathan. (Más…)

marzo 15, 2012

Flims: J.Edgar

Después de haber sido el jefe máximo del FBI durante 48 años, a lo largo de las administraciones de 8 presidentes de los EE.UU., y el hombre más poderoso de la nación, la imagen que se tiene de J. Edgar Hoover en el imaginario colectivo es la de un ultraderechista travesti. Poco importa que el rumor lo difundiera la mujer de un mafioso y que Truman Capote ejerciera de caja de resonancia, aunque nunca creyera en la veracidad del chismorreo. Lo cierto es que Hoover se las arregló muy bien a lo largo de su vida para mantener un poder casi ilimitado gracias a poseer información delicada de personas destacadas (parece ser que tenía fotos de Eleanor Roosevelt desnuda) y a pesar de cometer actos tales como pedir a Martin Luther King que se suicidase (y afirmar, después de su asesinato, que el autor del disparo había sido un marido cornudo), mantener a sus agentes en guardia de 24 horas que le limpiaran el jardín de zurullos de animal, o amargarle la existencia al agente estrella Melvin Purvis (captor de Dillinger) por no haberle dejado a J. Edgar atribuirse todo el mérito de sus éxitos policiales. (Más…)
« Página anteriorPágina siguiente »