Horrórscopo – Invierno 2022
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 22 Diciembre – 20 EneroDecidirás que ya va siendo hora de que por una vez cumplas tus propósitos de Año Nuevo por lo que, esta vez sí, te tomarás en serio lo de dejar de fumar. Como tu psicóloga te dirá que para que resulte más fácil abandonar el hábito es importante no exponerse a la tentación, malvenderás tu casa para dejar de vivir junto a un estanco y te hipotecarás para comprar un piso de 20 m2 en el centro por 350.000 euros. Como algunos de tus amigos fuman romperás toda relación con ellos. Lo mismo con tu familia, porque las comidas de los domingos sin cigarrillo en el balcón no son lo mismo. También dejarás de salir los fines de semana y de tener cualquier amago de vida social por si con la ingesta de alcohol te pudieran entrar ganas de encender un pitillo. Pasarás el resto de tus días solo, debajo de un puente porque te desahuciarán por impago, con el único consuelo de ese pico de heroína de antes de dormir, pero con los pulmones mejor que nunca. Salud: Estupendamente. Ya no volverás a despertarte tosiendo por las mañanas. Aunque de vez en cuando perderás alguna pieza dental. Dinero: No te afectará la subida del tabaco. Por ese lado ahorrarás dinero. Lamentablemente no lo suficiente para evitar el alzamiento. Amor: Sobre todo amor propio. Siempre te habías tenido por una persona sin voluntad, pero ahora te querrás más. Nadie más lo hará. |
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Aunque soy una persona sexualmente convencional, incluso aburrida, tengo dos parafilias irrenunciables. Soy zoofílico y acomoclitista. Siendo un firme defensor del ‘No es no’, ¿cómo podría convencer al gorila de lomo plateado con el que he empezado a salir de que se depile el vello púbico sin recurrir a la coacción física?
A estas alturas a nadie se le escapa que consagrar el resto de su carrera a prorrogar con hasta cuatro entregas más uno de sus éxitos más controvertidos como fue Avatar, allá por el lejano 2009, ha sido una apuesta más que arriesgada por parte de James Cameron. También es verdad que cuando en tu currículum figuran títulos como Terminator (uno y dos), Aliens o Titanic hay ciertos caprichos que uno puede permitirse y muy mal tendría que darse la taquilla de Avatar 2 (que Jim disparase a un bebé a bocajarro durante un acto promocional del film o algo por el estilo) para que el realizador de Piraña II se arrepintiese de llevar trece años obsesionado con unos pitufos afectados de gigantismo.
